La vitamina C es un ingrediente que puede proporcionar numerosos beneficios en una rutina de cuidado facial. Todas hemos oído hablar sobre sus propiedades para combatir manchas y su capacidad para iluminar la piel. Pero ¿sabías que su eficacia depende en gran medida del tipo de vitamina C que elijas, su concentración e incluso la forma en que almacenas el producto?
Por lo tanto, es fundamental familiarizarse con este ingrediente antes de invertir una gran cantidad de dinero en un producto que podría no ser el más adecuado para ti, o que podría perder su eficacia porque te lo has dejado cerca de la ventana del baño.
Para qué sirve la vitamina C tópica
La vitamina C es un antioxidante natural que combate los radicales libres, esas moléculas dañinas que pueden causar estragos en la piel y acelerar el proceso de envejecimiento. También es conocida por sus beneficios contra la hiperpigmentación y porque proporciona un brillo natural a la piel. Además, la vitamina C estimula la producción de colágeno, lo que ayuda a mantener la piel firme, suave y radiante1.
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POR CLAUDIA GONZÁLEZ
Los beneficios de la vitamina C para la piel
El beneficio más destacado de la vitamina C, tal como se promociona ampliamente en numerosos productos, es la luminosidad que proporciona a la piel. Y, aunque este aspecto es importante, las ventajas de usar este ingrediente van mucho más allá.
La vitamina C es la onda en términos de antioxidantes y es capaz de defender tu piel contra los radicales libres, esas moléculas dañinas que se producen por culpa del sol, el estrés, la polución, etc., y que atacan el colágeno y la elastina de nuestra piel. Pero, ojo aquí: esta vitamina no es un sustituto del bloqueador solar. La vitamina C simplemente le da un boost a tu crema solar, ayudando a que haga su trabajo aun mejor.
Finalmente, no podemos olvidar que la vitamina C ayuda en el proceso de síntesis del colágeno. O sea, que está ahí echando una mano para que se cree más colágeno y para evitar su descomposición. Así que nos puede dar ese empujoncito para lucir una piel más joven por más tiempo.
Tipos de vitamina C
Existen varios tipos de vitamina C y uno que destaca es la versión activa: el ácido L ascórbico, conocido también como vitamina C “pura”. Esta es la que se lleva las palmas porque es súper efectiva y empieza a actuar al toque, justo cuando la aplicas en tu piel. Sin embargo, esta forma es también bastante inestable. Se deteriora rápidamente si le da el aire o la luz del sol y hasta puede irritar la piel.
También existen formas inactivas que fueron creadas para resolver los problemas de inestabilidad del ácido ascórbico. Estos tipos de vitamina C son más estables y menos irritantes que el ácido ascórbico, pero su eficacia varía de un ingrediente a otro y no son tan efectivos como la forma activa.
Cómo elegir el producto adecuado
Elige una forma inactiva para evitar la irritación
Para escoger el mejor producto para ti, es muy importante conocer bien tu tipo de piel y los problemas que quieres solucionar. Si la piel de tu rostro se irrita con facilidad, busca un serum o crema que contenga una forma estable de vitamina C, como ascorbato de magnesio, ascorbato de tetrahexildecilo, ascorbato de palmitato o ácido ascórbico esterificado.
Para mayor efectividad, el ácido ascórbico es la mejor opción
Si quieres mejorar los efectos de tu vitamina C y no tienes problemas de piel sensible, elige un producto que contenga ácido ascórbico. Este ingrediente puede ayudar más con las manchas, la hiperpigmentación y las pequeñas arrugas.
La presentación sí es importante
Elige cuidadosamente tu serum de vitamina C, especialmente si contiene ácido ascórbico. Busca un producto cuyo envase sea opaco y guárdalo en un lugar oscuro si no quieres que pierda su efectividad rápidamente. Este ingrediente también se puede deteriorar al entrar en contacto con el aire, así que asegúrate de cerrarlo apropiadamente cada vez que lo uses.
Un serum de vitamina C debería tener un color amarillo claro. Si notas que el color es demasiado amarillo o que se oscurece con el tiempo, es una señal de que el producto se ha dañado. Algunas marcas cuentan con ampollas o cápsulas de vitamina C para la cara que están completamente protegidas contra la influencia de los elementos externos, lo que ayuda a conservar el producto por más tiempo y a prolongar su efectividad.
Más no siempre es mejor
La concentración ideal de ácido ascórbico debería estar entre 10% y 20%. Usar más del 20% no mejora los resultados y puede incluso irritar tu piel. Si el producto tiene menos de 10%, puede que no funcione tan bien, pero es una buena opción para personas con piel sensible que igual desean usar esta forma activa de vitamina C.
Cómo usar la vitamina C en la cara
Este ingrediente se puede incorporar fácilmente en tu rutina diaria de cuidado de la piel. Después de limpiar la piel, aplica un serum de vitamina C en el rostro y el cuello con movimientos suaves y ascendentes. Luego, continúa con tu crema hidratante y protector solar para mantener la piel protegida durante el día.
Si quieres sacarle el mayor provecho a los beneficios de la vitamina C, incorpóralo también en tu rutina nocturna, aún si ya usas otros ingredientes activos, como el retinol.
Muchas personas creen que la vitamina C no se puede usar junto con el retinol, lo cual es falso. Aunque ambos ingredientes pueden ser irritantes, si tu piel los tolera bien, puedes combinarlos sin problema. También puedes optar por una forma inactiva de vitamina C para evitar irritaciones.
Referencias
- Harvard Health Publishing: Why is topical vitamin C important for skin health? Consultado el 08/03/24 ↩︎
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